Te estuve esperando,
esperando a que nos enamoráramos.
Te estuve esperando
hasta que las hojas
en mi cabello cayeron,
hasta que el suelo
de flores moradas se pintó.
Te estuve esperando
hasta que los insectos
su hogar entre mis costillas hicieron,
hasta que los hongos
mi carne consumieron.
Te estuve esperando
hasta que el último de mis suspiros
besó mis labios en despedida.
Te estuve esperando
hasta que la tierra me cubrió.
Te estuve esperando
hasta que las mariposas
sus migraciones terminaron,
solo para esperarte
en su nuevo comienzo.
Te estuve esperando
hasta que el tiempo
cambió mis huesos por rocas.
Te estuve esperando
debajo del suelo.
Permaneceré aquí, esperando,
en silencio para que quizás
algún día también me ames.
Sandra Desentis Peña
-Poema sobre el proceso de fosilización.
1 de los 10 ganadores del Concurso de Geopoemas. Encuentra un poema nuevo cada lunes.
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